Tinta dye:
La tinta dye es una solución cuya composición de agua está entre el 70 y 80% aproximadamente. Contiene unos colorantes que se diluyen con el agua y que dependiendo del papel pueden tintar más fácilmente. Dependerá sobretodo de la capacidad de absorción del papel. Como estas tintas suelen empapar más el papel, necesitamos mayor tiempo de secado y aunque no debería haber problema, es posible que el papel quede demasiado empapado de tinta y alguna gota se escurra, quedando todo el documento que hemos imprimido con una mancha.
Tinta pigmentada:
Como las tintas dye, la tinta pigmentada también contiene aproximadamente un 70-80% de agua. La diferencia es que ésta no utiliza colorantes sino que usa unos pigmentos que no se diluyen con el agua. Éstos quedan suspendidos en el agua y se quedan en el papel una vez realizamos la impresión. Realmente estas tintas son más duraderas y los documentos que hemos imprimido tienden a secarse rápidamente, pues los pigmentos quedan suspendidos en el papel, no lo empapan.
Sangrado
![]() |
Básicamente podemos decir que el fenómeno de sangrado sólo se produce en las tintas dye porque éstas empapan el documento y la tinta corre por las fibras del papel. Aunque a gran tamaño parece muy notable la diferencia, a simple vista estas marcas son indistinguibles y no debemos preocuparnos por ellas.
Qué tinta elegir
Esta pregunta siempre suele responderse igual: depende. Si lo que vamos a imprimir son fotografías, podemos optar por la tinta dye pues el resultado va a ser brillante y más colorido. En cambio, si vamos a imprimir documentos escritos con frecuencia, se recomienda la tinta pigmentada pues hay menos posibilidad de que éstos queden dañados con el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario